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sábado, 25 de abril de 2009

Michelle Obama Ecoísta

Michelle Obama acaba de hacer un gesto ecoísta que, aunque parezca pequeño, es el más revolucionario que se recuerda en el entorno presidencial estadounidense en mucho tiempo. Tras la toma de posesión del nuevo presidente, grupos ecologistas contactaron con Michelle para convencerla de la conveniencia de crear un huerto ecológico en los jardines de la Casa Blanca. Y lo han conseguido. Este tipo de huertos urbanos cumplen dos objetivos principales. El primero y fundamental, el abastecimiento local de alimentos, que dejan de depender del petróleo y gas usados en la agricultura industrializada para su fertilización y su transporte a lo largo de cientos e incluso miles de kilómetros. Así, el huerto suministrará vegetales a la residencia presidencial e, incluso, compartirá los posibles excedentes con un centro de reparto de alimentos para indigentes cercano.El segundo objetivo es el educacional. En el huerto, de unos 100 metros cuadrados, se cultivarán hasta 55 tipos de hortalizas y verduras, y serán los niños de una escuela primaria de Washington, que ya tenían su propio huerto, los que ayudarán a la familia Obama. “Tengo la esperanza de que a través de los niños, ellos empiecen a educar a sus familias, y que, a su vez, eso empiece a educar a nuestras comunidades”.




En tiempos de crisis, nada como tener el propio huerto en el jardín de casa. La familia Obama ha decidido plantar vegetales en una parte del terreno trasero de la Casa Blanca. La última en hacerlo fue Eleanor Roosevelt, que, durante una crisis bien distinta a la actual, en la Segunda Guerra Mundial, construyó lo que bautizó como un "huerto de la victoria".
Más de 20 estudiantes de quinto curso -10 años- de la Escuela de Primaria Bancroft, de Washington, ayudaron a la primera dama a arar una parcela de 100 metros cuadrados en la que se han plantado los 55 vegetales favoritos de la familia presidencial: rúcula, espinacas, brécol, cebollas y zanahorias entre ellos.
Además de ser una forma de aprovisionarse de comida por si acaso la crisis acaba por imponer la sobriedad presupuestaria también en la Casa Blanca, el gesto de plantar vegetales en la sede de la presidencia está impregnado de un ecoísmo que Obama defendió en su campaña: plantar vegetales y comer comida cultivada sin fertilizantes ni pesticidas artificiales es una forma de respetar el medio ambiente, al reducir el consumo de productos criados en grandes plantaciones.
Los Obama han querido así reconocer la labor de la célebre chef ecologista Alice Waters, que aboga por la producción local y orgánica de vegetales y que lleva pidiendo la creación de un huerto en la Casa Blanca desde que Bill Clinton llegara a esa residencia en 1993. "¡Éste es el verdadero huerto de la victoria!", dijo en una carta pública enviada al presidente.
Ademas de servir de ayuda en la dieta alimenticia de las hijas del presidente, Malia y Sasha, este jardín es barato. El terreno ha salido gratis. Y el coste de todas las semillas no ha superado los 200 dólares (147 euros).

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