Imagen en reemplazo de flash

sábado, 28 de febrero de 2009

ARRECIFES DE CORAL

Un arrecife de coral es una estructura de piedra caliza que proporciona refugio para casi un cuarto de toda la vida marina que hay en los mares. Como uno de los más grandes y complejos ecosistemas del planeta, los arrecifes de coral son hogar de más de 4.000 especies de peces, 700 especies de coral y miles de otras plantas y animales.

Muchas veces confundido como planta o roca, el coral se compone de animales diminutos y frágiles conocidos como pólipos y de los esqueletos de estos cuando mueren. Hay dos tipos de coral: el coral duro, cuya estructura de carbonato de calcio (también conocido como piedra caliza) forma los arrecifes de coral (ej. coral cerebro) y el coral suave, que por su forma y flexibilidad se asemeja más a las plantas.



¿CÓMO SE FORMA UN ARRECIFE DE CORAL?

Un arrecife coralino esta formado por numerosas colonias de coral y diferentes variedades de: algas, esponjas, sedimentos y moluscos. Son estructuras complejas compuestas por muchas capas de pólipos y otros organismos muertos, y sobre ellos una fina capa de pólipos y organismos vivos.

Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más antiguos del planeta. Las primeras etapas de la evolución del arrecife de coral comenzaron hace 400 millones de años. Algunos arrecifes de coral tienen más de 10.000 años. Su crecimiento varia según la especie siendo de 5 mm por año la variedad que menos crece.
Los arrecifes de coral crecen principalmente en aguas cálidas, aunque los corales suaves pueden hacerlo en temperaturas más altas o más bajas, pero con una tasa de crecimiento mucho más lenta. Su desarrollo más importante es en aguas poco profundas y hasta los 12 m, aunque podemos encontrarlos hasta una profundidad de 90 m. No siendo aptos para el agua dulce, no están cerca de las desembocaduras de los ríos.

¿QUÉ ES UN PÓLIPO DE CORAL?

Un pólipo de coral es el verdadero animal del coral, y juntos por millares forman las colonias de corales. Son parientes invertebrados de las anémonas y medusas. Estos pólipos usan el carbonato de calcio del agua para formar la estructura de piedra caliza que los protege, son de hábitos nocturnos, por lo que por la noche pueden apreciarse sus pequeños tentáculos cuando están alimentándose.



Los corales duros se alimentan por unas pequeñas algas, que viven y crecen dentro ellos, las que usando la energía solar para el proceso de fotosíntesis, le proveen hasta el 98 % de sus necesidades nutricionales. Por supuesto solo pueden vivir en aguas poco profundas donde llega la luz solar. También se alimentan capturando con sus tentáculos zooplancton por la noche.

EL DETERIODO DEL ECOSISTEMA

El 58% de los arrecifes tropicales de coral del mundo se encuentra deteriorado, afectando a 93 de los 110 países que tienen estos ecosistemas en sus aguas, y siendo el daño, en casi la mitad de los casos, de alto a muy alto. Se cree que ya el 10% ha llegado a tal extremo que su recuperación es imposible y otro 30% podría llegar a estos niveles de deterioro en apenas 20 años. Actualmente, los arrecifes de coral tropicales cubren unos 600.000 Km2.

Estos ecosistemas son de los más ricos y biodiversos del Planeta, compitiendo con los bosques tropicales, y pueden llegar a albergar más de un tercio de todas las especies de peces marinos. En total, se ha llegado a identificar unas 4.000 especies de peces y 800 de corales duros, además de cientos de otros organismos marinos. Se cree que debe haber entre 1 y 8 millones de especies aún por descubrir en estos ecosistemas.

El hallazgo en las últimas décadas de importantes arrecifes de coral en aguas frías y profundas (pudiendo llegar a encontrarse a más de 2.000 metros de profundidad) ha puesto igualmente de manifiesto el enorme peligro que sufren estos ecosistemas que, en algunas zonas de Europa y Norteamérica ya han perdido gran parte de su extensión a causa de, sobre todo, el uso del arrastre de fondo y la explotación minera. En las aguas noruegas se estima que la pesca de arrastre ha destruido el 30%-50% de estos arrecifes.

En Alaska, se ha cuantificado en cerca de 1.000 kilos la cantidad de coral de profundidad que puede ser destruida por un arrastrero en una sola pasada.